domingo, julio 28, 2013

Viejísimo tercero


Allí me planté y en su fiesta me colé.

Zumo de limón con espesante y poca sal para comer.

¡¡Si!! El viernes fue el día del abuelo, y allí que me fui yo a la Resi, a acompañar a mi abuela, porque todos los años anteriores habían pedido a los nietos que fueran,  aunque el número total de nietos concentrados solía ser 1 o 2 y cuando hubo dos fueron los dos para la misma residente, léase mi abuela. Es muy triste, pero es así. Para la fiesta del verano, que hacen barbacoa, creo que va más gente.

Zzzzfffblap, tiqui tiqui tiqui, tiqui tiqui tiqui.

¡¡Mama!! (enviar whatsapp)

¡¡Me has engañado!! (enviar whatsapp)

¡¡No hay fiesta del abuelo!! (enviar whatsapp)

Hay bingo del abuelo. (enviar whatsapp)

Si señor, muy probablemente debido a la escasa participación de nietos de los eventos anteriores, yo me he quedado sin el fiestón del año. Allí, que corren las pastis por doquier y están todos dopados con el tubito ese que les sale de las narices. ¿Que no van dopados? A ver, ¿Dejarían a Contador subir puertos de montaña con aporte extra de oxigeno? Pues ya esta, aceptamos dopados como estado general en el geriátrico.

Eso sí, había bingo. Qué bien. Con mi cartón, que la nueva no quería dármelo, pero ya se encargó mi abuela de conseguirme uno, empezamos, después de mandar callar y repartir las ayudas pertinentes que cada uno necesitaba.

El 23, un dos con un tres, 23. El doooooos y el treeeees.

3 minutos con el 23. ¡agh! ¡Esto va a ser el bingo más largo de la historia! Con bingos así no te asusta la eternidad.

El 61 un seeeeeeiiiiis con un unoooo.

¡Si! Le tengo

¡Petra, calla! Un seeeeeeiiissss con un uuuno.

¡Me voy a llevar el marco de los chinos!

El 22, los dos patitos

Este bingo es más soporífero que el tour.

El doce.  Que si lo tienes, Antonio, mira. El dooooooceee un doooo con un ceeee.

                (no, esto no pasó)
¡Señora, que tiene línea! ¡Ah! Que no cantan línea. ¡A ver! Lo tienen que poner fácil fácil.

No, este no, este no ha salido, este le has tachado tu por tu cuenta y riesgo. ¡¡No!! ¡Hombre! ¡No te quites el oxígeno que ya ganarás!

(esto tampoco pasó)

El quince, la niña bonita.

                Les dura a estos un bingo toda la tarde. De hecho, hacen descanso a la mitad del cartón para servir la cena.

63 con 6

¿ein? En mi cartón no hay decimales…

75 con 7

               

El 8, solo el 8.

 

Yo miré a mi alrededor y las viejas llevaban tachados más números que yo ¿será posible que el club del sonotone me gane a un juego que consiste básicamente en escuchar?

Aunque parezca increíble, si.  Aunque parezca increíble había a mi izquierda una abuela que se echaba la siesta entre número y número y me llevaba 5 de ventaja.

De frente, a otra le sonó el teléfono móvil.

Quedaban 5 bolas y a mí tres números, allí no había cantado bingo nadie.

Que tensión “¿Cómo que qué tensión! No! ¡Que baje el médico!Tómate el Tensionor”

Bueno, que no me llevé el bingo, pero me llevé una tarde entretenida, aunque te puedas creer que no.

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