miércoles, abril 01, 2015

lunes, enero 05, 2015

Reh-app


Ya ha acabado el 2014 y toca hacer balance, como hacen en la tele, que cada día tienes uno diferente: Las actrices mejor pagadas del 2014, Los políticos más corruptos del 2014, Los modelos más feos de Leticia Ortiz del 2014 (no me la dejan en paz a la pobre…)…

Este ha sido el año en el que abdicó el Rey, se quemó Campofrío y murió Cayetana.

También ha sido un año en el que he estado muy enganchada al whatsapp y justo en el momento más álgido, me lo dejé en Londres, fue el Karma. Los primeros momentos fueron duros pero me dije a mi misma Karma-Te y aprovecha para desintoxicarte.

Pero mi Reh-app duró poco, porque tres días después mi antiguo móvil funcionó milagrosamente y hasta hace 5 días, que volvió mi móvil desde tierras anglosajonas, me he estado apañando con el otro, eso sí, sin poder descargar fotos ni videos ni audios (no tenía tarjeta SD ni me la iba a comprar) y he vivido muuuuuuuy agusto, porque hay que ver la de mierdas que nos mandamos.

Además descubrí que el  40% de tráfico de mensajes que recibía los provocaba yo misma.

Como he dicho otras veces, viviríamos mejor sin whatsapp, pero ya no podemos vivir sin él. Hubo un apagón de whatsapp, ¿quién se acuerda? Salió en las noticias. Aquel día también se cayó el correo de mi curro y me inspiró esta “poesía para el día a día”:

                Se ha caído el correo

                Como este finde whatsapp.

                Mi suegra estaba preocupada porque tenía mensajes sin envíar

                si no, le caería la mala suerte.

                Y yo a ella la entiendo,

                que acaba de aterrizar

                Pero no entiendo que un ingeniero

                De la rama industrial

                me reenvíe el mensajito

                de que el mundo se va a acabar

                o que whatsapp de pago se convertirá.

La cibermala suerte surge desde el momento en el que como humanidad, deja de interesarnos cómo funcionan las cosas que tenemos alrededor. Todos sabemos, o sabíamos, como funcionaban los coches, las televisiones de tubo, las radios y las batidoras, ¿alguien sabe como funciona un silly-phone? ¿cómo funciona ahora un coche? ¿ por qué antes teníamos sólo 5 canales y siempre algo interesante para ver en la tele y ahora tenemos más de 50 y no hay nada que merezca la pena?

El hecho de no saber como funcionan las cosas, nos hace ignorantes y nos provoca tenerles miedo. Pasó con el SIDA. Por eso cuando el otro día escuché a una madre decirle a su hijo que la mujer que salía en la tele era una italiana que no sabía hablar bien el castellano, en lugar de decirle la verdad, que era un transexual, se me pusieron los pelos de punta. Hay que saber como son las cosas,  y no tener una visión trastornada de la realidad porque eso te lleva al rechazo. Al rechazo de la sociedad cuando como adulto llegas con estereotipos y a rechazar cosas que deben (a mi juicio) ser normales, como un transexual o que el teléfono sólo es una máquina y no debe ser el centro de tu mundo.

Lo primero que sentí cuando me di cuenta que había perdido el teléfono fue un dolor en el pecho, luego miedo y a continuación tuve síndrome de abstinencia, si. Físico y mental. Creo que hoy ya estoy mejor y he conseguido desengancharme un poco más.

 

domingo, noviembre 16, 2014

Hemos ido al cine por encima de nuestras posibilidades.


Ayer fuimos al cine, y como con esto tiempos que corren hay que pensárselo muy mucho a la hora de ir, elegí una película que me saliera rentable, esto es 3 horas. Total, en el cine, tienes que pagar lo mismo haya costado lo que haya costado la producción o el tiempo que dure o cuan buenos sean los actores (quizá esta es otra de las muchas razones por las que el cine está de capa caída).

Por este motivo yo ya ni me acuerdo de cuál fué la última peli que fui a ver al cine, tenía ganas de ir como ganas tengo de volver a la Vogue (Fuenla). Mirábamos a nuestro alrededor y nos decíamos susurrando “¿Te acuerdas de la primera vez que quedamos?” “Fue en este cine”…  como dos viejos en Matalascañas recordando su luna de miel.

La cosa ha cambiado muchísimo, pero las palomitas siguen costando un riñón. Ayer íbamos a lo grande asique había que coger palomitas, que me hubieran salido gratis si las hubiera recogido del suelo, porque creo que no barrían desde la matinal del miércoles.

Ese suelo si que era la muestra viva de cómo malgastar el dinero y no las rotondas de Navalcarnero. Digamos que en un cubo caben… mmng, no se, 300 palomitas extremadamente saladas, ¿mucho, poco?, y el cubo con el refresco extremadamente acuoso cuesta casi 9 euros. Prorrateando la cocacola en polvo con agua del canal,  sale cada puñado por 30 céntimos. Pues en el suelo había palomitas como para hacerse un adosado con piscina.

Ni fuimos a verla en 3D, ni en la fila de estirar las piernas (que ahora es más cara), ni en pantalla IMAX, nada, nada, normalito todo y nos salió la tarde por 27 euros. Luego no me extraña que los jóvenes se queden embarazados, sale mucho más barato ser madre adolescente. Quedarse y criar al crio todo junto, hasta el día en que te pide para ir al cine.

Muy atrás quedan esos tiempos en los que por 500 pesetas (3 euros para los post-modernos) íbamos al cine andando, que ahora hay que coger el coche e irse a un polígono industrial (como los adolescentes primerizos), nos costaba la entrada 300 pesetas si llegaba y por menos de 1 euro teníamos las palomitas (en su punto de sal) y el refresco (extremadamente acuoso).

Que esos tiempos ya pasaron lo sé desde que escucho a Eminem en M80.

La pelí esta muy bien, salvo porque es la historia de siempre en la que el negro se sacrifica y muere por la humanidad, el blanco vuelve a por la chica, aunque no le haya hecho tilín en toda la película porque ella es una enamorada abnegada y su amor está a años luz conquistando mundos y que haya  un malo malísimo prepotente cegado por la codicia humana y el instinto de supervivencia. Lo que yo me pregunto es cómo las bombonas de oxigeno esas de mochila duran 124 años. Pero aparte de eso, y lo de los mundos en 5 dimensiones en los que puedes masticar el tiempo, todo lo demás está muy bien. Además, como la chica tiene pelo corto, nadie dirá que el efecto de la ingravidez está muy mal conseguido porque no se le mueve la cola de caballo como a la Bullock.

Cuando yo pagaba las entradas a 290 pesetas (150 pesetas el día del expectador), los traileres servían para decidir que ver a la semana próxima o al mes siguiente, porque íbamos una vez a la semana al cine. Ahora sirven para elegir películas que bajarse por internet y lo se porque siempre hay alguien que dice en alto lo que los demás estamos susurrando “Esa me la bajo”.

Vete a verla, pero ahorra, deja por el camino buenas historias, que no merece la pena ser pagadas tan caras y engrosa la lista de taquillazos.

 

martes, noviembre 04, 2014

Moscas en Noviembre


¿Sobre qué vas a escribir? No sé, solo tengo un buen título “Moscas en  Noviembre”. Últimamente no me vienen muchas buenas ideas a la cabeza y además, le doy prioridad a la plancha o a lo que sea que haya que hacer en casa.

Moscas en Noviembre, tan raro y la vez tan natural, si hace calor, hay moscas pero, es raro que haga calor en noviembre.

Le da un infarto al del Santander, se incendia el banco de España, y parece que no hay un alcalde limpio. Tan normal y a la vez antinatural. No es cosa de acabar con las persona, sino de transformar el entorno y parece tan difícil acabar con lo que nos rodea, como difícil nos parecía la semana pasada que por fin llegara el frío, pero ha llegado y las moscas siguen.

miércoles, octubre 01, 2014

Ánimo

No lo encuentro.

No, no lo encuentro. He mirado a ver sí me lo dejé en el bolso o en el armario, pero ánimo no aparece...

Quizá me lo dejé en la cajonera de la oficina.
O junto a los pantalones de vestir y las medias.

¡Oh, no! ¡Ahora recuerdo! Ánimo se me quedó donde dejé el verano. ¡Me cachis!

sábado, julio 19, 2014

Perplejidad


¿Es que no se les había ocurrido antes que por encima de un territorio con gente hablándose a bombas no era muy seguro volar?

Estoy perpleja. Últimamente demasiadas cosas me dejan perpleja como por ejemplo que los grandes sufridores del holocausto estén llorando un par de muertos, o quizá ya tres (uno, soldado, por fuego amigo) mientras al otro lado de la franja los cuentan por cientos, eso, en el último mes.

No me da mucho tiempo a diario a darme cuenta de las cosas que pasan, por aquello de que me caso y estoy más pendiente de que todo sea cuqui y tengo más ganas de vivir un mundo color rosa que el mundo color negro que nos pinta Repsol y el gobierno frente a Las Islas.

La perplejidad es algo que no tienen límites, porque como decía Einstein “Sólo hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez humana, y de lo primero no estoy seguro”, pues eso, al lado de la estupidez infinita, hay una perplejidad infinita.

Por eso quizá sea buen momento de Ir a ver  la del planeta de los simios, yo llevo ahorrando desde marzo para poder ir al cine.

Lo siento enormemente, pero estoy más preocupada por la hidratación de mi piel, el color predominante del ramo, que todo haga juego con todo, que de las desgracias humanas de fuera. Y esto también me deja perpleja, pero es que vivo sin tiempo para otras cosas.

La boda te absorbe todo tu tiempo y tus neuronas. Todo es boda, todo se convierte en boda, ya no eres tú, eres LA NOVIA asique todos los temas de conversación pasan por el vestido, los detalles, las sorpresas que vais a dar “¿habéis pensado hacer esto? Quedaría muy bien” (a la que me lo dijo en ese momento me dieron ganas de arrancarle las cuerdas vocales) o directamente como  ni te preguntan y te lo encuentras pues intentar hacer ver a la gente que… pues que lo quieres todo en línea, en consonancia y del mismo tono pastel…

Y es muy cansado. Si mañana mismo me dijeran, te casas, me ahorraría con gusto los dos meses que faltan.

Y mientras sigue pasando la vida alrededor y las perplejidades.

Sólo os hago un ruego desde aquí, hay más vida a parte de la boda. Y habrá más vida después. Me sorprende no ser capaz de pensar más allá del día que volvamos del viaje de novios, y eso que mi especialidad es hacer planes de futuro.

Hay más vida a parte de la boda. ¿Perpleja?

domingo, febrero 16, 2014

Subir el volumen al silencio.

Es lo que a veces me dan ganas de hacer y no se como.

Contabilidad Creativa


Ya faltan menos de 7 meses para el gran acontecimiento del año, nacimientos aparte. En menos de 7 meses me caso y no estoy nerviosa. No estoy nerviosa porque me he hecho un planning, no lo cumplo, pero tengo un planning. Leo en algunos blogs de boda que hay que repartir las tareas y encargarle algo al novio, le he encargado que esté puntual el día de la boda en la puerta del ayuntamiento, del resto de las cosas prefiero encargarme yo.

Nos pusimos a mirar la luna de miel, por el precio que tienen, parece que es verdad eso de que te lleven a la luna. La primera idea era Japón, era caro, luego Vietnam, era caro, luego Bali, era un poco menos caro… total, que nos quedó Cuenca, pero ¡eh!, vamos con todas las vacunas, la de la salmonelosis, la de la fiebre tifoidea y la del dengue y nada de beber agua del grifo.

Haciendo un poco de contabilidad creativa, que ahora se lleva mucho, que se piensan los grandes economistas que han descubierto la gallina de los huevos de oro y que quieres que te diga, yo llevo toda mi vida viendo familias que llevan una economías más que creativa, milagrosa, llegando a fín de mes con hijo único, porque  el minipiso no da para mas, 1000 euros cuando llega, su hipoteca de burbuja inmobiliaria y comiendo, una vez al día, que si no, no se puede pagar la tarifa fija de la luz (que se merece esto un capítulo aparte).

Yo no estoy en esa situación, pero después de hacer un poco de contabilidad creativa, hemos sacado para el viaje a Vietnam y para ir dos o tres veces a un restaurante vietnamita en Madrid (fantástico). Asique antes de ayer fuimos a cenar. Nos gusto todo mucho, espero llegar allí y que de verdad la comida sea así, porque no es lo mismo, como dice mi hermana, ir a Casa Paco en el centro de Washington D.C que ir a Casa Paco en el centro de Fuenla O.Q. asique no puedo esperar que sea lo mismo ir al restaurante vietnamita “Tan Dao Vien” en París, que ir al “Nose queman Dao” en Hanoi.

El tema de elegir fotógrafo si que va a necesitar de contabilidad creativa. Tengo ya varios presupuestos, hay una que me viene a salir como por 4000 euros. ¡4000 euros!, la llamé, le pregunte que de dónde se había sacado semejante presupuesto y me dijo que si no me gustaba como quedaba el novio en cámara, me lo cambiaba por un modelo de Calvin Klein,- ¿sin traje?-, Sin traje, con traje es más caro-… me pareció una gran profesional, no sé cómo explicarle a Mi Futuro Marido por que al final la he contratado.

Asíque tengo que recortar, y por si acaso el precio del traje de novia es por metros cuadrados, me he apuntado al gimnasio,  again. Ahora voy a Zumba, estoy deseando ver a mi abuela y decirle que voy a clases de zumbá, a ver que cara me pone. Voy tres cuartos de hora antes y casi no pillo sitio en clase, pero voy. El jueves me entregue tanto con el “menea tu cu-cu”, que me dio un tirón en el glúteo derecho. Pero voy, y estoy haciendo dieta, es una dieta fantástica, ayer por ejemplo me merendé un gofre con chocolate y nata y claro, luego ya no tuve hambre para cenar. Todo sea por evitar que me tengan que hacer las fotos en 16:9.