sábado, abril 14, 2012

Ouvergüeich (abril 2009)


Que fuerte.
Mi enfermera me ha dicho que estoy en el limite del sobrepeso.

Yo debe ser que padezco de antianorexia, porque no me veo gorda.

En fin, hay que ponerle remedio, y volver a la talla M abandonando la cómoda y
transigente talla L.
Por eso he decidido hacer algo más de ejercicio, algo asequible, al gimnasio
no me puedo apuntar porque es una pasta que voy a desaprovechar, pero lo que si
que puedo hacer es subir andando a mi casa (me lo dijo la enfermera).

Así que cuando llegué del médico, me plante en frente de las escaleras, me
agarré firmemente de la barandilla y en un exhalante esfuerzo mental y físico,
conseguí alzar mis piernas, no sólo uno, ni dos, sino tres escalones...¡TRES
ESCALONES!!!, la falta de oxigeno por la altitud empezaba a acusar en mi
cerebro...pero yo seguí, pues ninguna dura empresa queda sin recompensa y
conseguí culminar el primer piso.
Las piernas empezaban a temblarme, pero continúe y al filo de lo imposible,
alcancé el segundo piso y el tercero...entonces empezó a nublárseme la vista
(y di la luz de la escalera). Pero no creáis que cogí el ascensor, NO,
continúe mi épica aventura hasta el cuarto piso y paré tres segundos a tomar
aire.
El quinto piso lo superé arrastrando el sobaco por el pasamanos y la lengua
por el suelo.
Y por fin el sexto piso, mi piso, llegue arrastrándome y subiendo los
escalones con la ayuda de los dientes.

Luego me fui al Carrefour y cogí el coche (hacía frío). Y me compré MI
ÚLTIMA TALLA L.

No hay comentarios: