sábado, abril 14, 2012

Y la naranja me churreteaba, me churreteaba la naranja. (Marzo 2007)

Hoy he ido a Barcelona, con la seguridad de la que se sabe en una talla 38 y de paso, se sabe la hora de su vuelo de vuelta.

Me monto en el taxi por la mañana y le digo al Taxista, que llevaba “La Jungla” a todo volumen y el tomtom a más volumen todavía:
 “A la T4S””
“”T4S” pero ezo zerá una puerta, ¿no?
Y le digo, no, es la Terminal Sur, que no se donde cae, porque yo sólo la he visto desde el aire…

Total que llego a la T4, me bajo del taxi… hay que recordar que esta es la cuarta vez que voy a Barna en avión, pero la primera que no voy en puente aéreo.

Le pregunto a una señorita, muy aterrada, por que quedaban unos veinte minutos para que cerraran, en teoría, la puerta de embarque.
“No se preocupe, saquesé el billete en el autocheking, siga las indicaciones MURS y a bajo a la izquierda coge usted el tren

EL TREN

Yo me quería hasta morir…bueno, cuando he llegado he tenido que esperar casi 30 minutos, con perdida de paraguas incluido…se ha quedado en la bandeja del control policial, en fín, estaba demasiado ocupada con salir corriendo después del cacheo policial pertinente (Es que me pita to las veces, creo que es la pulsera) y cuando me he querido dar cuenta, ya no podía dar marcha atrás, todas las escaleras bajaban, era como una pesadilla de metacrilato y tubos tipo 1984 con carteles luminosos que no dejaban de decir “LAS TIENDAS DEL AEROPUERTO. AIRPORT SHOPING. COMPRA EN LAS TIENDAS DEL AEROPUERTO”

Llegué, me monte y del tirón con chocolatina incluida a Barna.

La mañana sin problemas.

La comida, en fín sens catlá y la pela es la pela así que llegamos al restaurante y nos dice la moza “¿Carta o menú?” y le digo yo a Bxxxx, por que soy muy educada “Lo que quieras…” Si me descuido pide unos bocatas para llevar…dice “Menú” y pienso yo “¡Mierda!”

De Menú: primero: Sopita de avecrem y otro plato que ni me acuerdo, pero que no me apetecía y de segundo: Pollo asado con patas de bolsa o pescado rebozado ¡Tócate los pies! El mejor restaurante de la zona, con cocinero de fama internacional…y en el Prat Mayorga del polígono me dan más variedad!!!

Me han hecho una ensaladita, después pescado (nunca volveré a coger pescado, se me ha clavado una espina en la encía, imagínate el percal) y de postre FRUTA DEL TIEMPO, un restaurante “El Racó” conocido mundialmente por sus platos con cereza Y TENGO QUE OPTAR POR UNA NARANJA, que me sirven por supuesto, sin tenedor…no valla a ser que gasten algo de jabón en fregarlo, que el precio del menú no lo incluye.
Si incluye un café imbebible.  ¡Ah! y compartir mesa, si señores.

Llega el camarero, recoloca el mantelito del otro lado de la mesa (3 mesas de 4 juntas, o sea, una gran mesa de 6 sin aprovechar) y nos plantan a un comensal al otro lado. Y a mi churreteandome la naranja por el codo y haciendo “asín” con la lengua, bueno, a tanto no ha llegado…

El baño, en la calle. El frío, en la calle. En el baño, un calefactor. El calefactor, sin enchufar LA PELA ES LA PELA.


¿De que hablas con un proveedor cuyo mayor interés es sacarte información de tu otro proveedor cuando no tienes un plano cerca donde esconderte?

Pues de la fiebre de su niño.

Hemos vuelto a la oficina a eso de las 3 y como yo estaba convencida que mi vuelo salía a las 6, pues estábamos hablando tranquilamente, las 5 menos veinte y me dice Bxxx “Y por que terminal vuelves” ¿Por qué Terminal vuelvo? CASI VUELVO TERMINAL, de un infarto:

AGH!!! MI VUELO SALÍA A LAS 5 a las 5 dios mío…

No he llegado, naturalmente, y ahora estoy pasando la noche en un HN del aeropuerto y no puedo dormir porque los aviones me están despegando al otro lado de la cama.

Bueno, no. Estoy en mi casa, si me toca pasar la moche en Barcelona y encima sola sin tener por qué te juro que me vuelvo andando.

He llamado a Sxxxx con desesperación y ella ya no podía hacer mucho por mí. La opción era comprar un billete de puente aéreo o camelarme al de la taquilla y que me cambiara el vuelo sin costo. Bueno, pues al final a sido una solución intermedia.

Otra vez a correr por el “port”, y otra vez a esperar 30 minutos después de la carrera por que el vuelo venía con retraso…al menos al otro lado del teléfono he encontrado consuelo, jajaja. (Me he llevado el cuadernito que me diste y lo ha flipao tol mundo.)


El vuelo de vuelta, bien, entre un calvo un poco gordo y otro más gordo un poco menos calvo que me daba el culo para intentar dormirse, hasta que el azafato (QUE AZAFATO ANTONIAS) le ha atropellao con el carrito del helao. Eso, y que como no podía parar de reírme con el libro que me regalaron las Pisteras, ha acabado por resignarse al desvelo, y preguntarme el título del libro para cuando no le dejen dormir.


A  MI ME ECHAN.

No hay comentarios: