sábado, abril 14, 2012

(una pate de) Para quién quiera y no pueda (agosto 2010)

No me parece bien que el empresario tenga que hacer frente a una huelga que él no ha provocado. Si tiene la suerte de que el gobierno va a legislar a su favor, pues mejor para él, pero es una decisión que el gobierno a tomado unilateralmente y no termino de entender de que forma la Huelga afecta al gobierno directa o indirectamente.

Por otro lado, los que tenemos como yo la "suerte" de tener un contrato de esclavitud (un contrato libre, en el cual no cabe representación alguna por parte de los sindicatos y en el que hay que pelear las subidas con el empresario directamente, o sea, parecido a lo que quieren aprobar con esta ley) pues nos va a dar igual (me refiero en cuanto a presión hacia la empresa) ir o no ir a la huelga, porque los plazos de entrega no hacen huelga y habrá que trabajar el doble los días anteriores...y de normal ya trabajamos el doble, asique no me salen las cuentas.


 "Trabajar por objetivos" suena muy bien ¿eh? y es el futuro, pero hay que proteger a los trabajadores en cuanto a horarios, viajes indiscriminados, etc...

¿Qué es trabajar por objetivos?

Manolo tiene un bar y un día entra un hombre trajeado, con su maletín y le dice, pongamé un café. Y Manolo se lo pone. El hombre le paga y se va. Esto es trabajar con un contrato como el que tenía mi padre y el tuyo.

Otro día entra el mismo caballero encorbatado y le dice a Manolo. “Muy bueno el café del otro día, pero el  objetivo del café es despertar a las personas, que para eso se inventó. A partir de ahora, por el mismo precio que el café del otro día, su objetivo pasa a ser que yo no me duerma” Y Manolo probablemente aceptará porque eso es mejor que nada y porque tiene cuatro churumbeles en edad escolar que meriendan bollycaos todas las tardes.
Al día siguiente llega el de la corbata y necesita tres cafés para no dormirse (al precio de uno)
Al mes siguiente, igual ya necesita 5, porque su cuerpo se ha acostumbrado a la cafeína (y mis jefes a que no me mueva de la silla).
Dos meses después la situación se hace insostenible para Manolo, ahora tiene a tres encorbatados pidiendo café a todas horas, y proponiéndole que les ponga además tostadas, amenazando con que Zacarías, el del bar de enfrente, se lo pone más barato y además sonríe cuando sirve las mesas.

No hay comentarios: