sábado, abril 14, 2012

Reflexión sobre la leche la moto (abril 2010)

Ya no me quedaban más excusas.
Ya le había dicho que no porque llovía, que no porque no me había traído el casco, que no porque no tenía cazadora, que no porque la moto no me hace juego con los ojos…
Y antes de ayer le dije que sí, y me encomendé a Dios por escrito.
El problema es que no ocurrió nada, así que no tengo nada gracioso que contar, todo fue bien. Tampoco vamos a decir que fuese la mejor experiencia de mi vida, pero al menos no grité.
Muy interesante poder arrancar las flores de las rotondas con los dientes, si, un poco peligroso, menos mal que me protege mi casco de chupachups, que por lo visto, ya no me sirve…
Ahora hay que gastarse la pasta en equipar a la nena, y más vale, porque las pintas que llevaba el domingo… con una cazadora de él que además de grande me quedaba deslavazada, porque no encontró las protecciones de plástico que van dentro y unos guantes de mi cuñado , que se me iban con el aire.
El problema es que no ocurrió nada y ahora ya no tengo excusas para no seguir montando.
Bueno, si hay un problema,  que acabé con un dolor de riñones y de espalda que todavía no se me ha pasado.
En fín, lo importante es disfrutar la juventud cuando uno es joven, que aunque las pisteras se empeñen en llamarme abuela, yo aún soy joven y no lo tengo que aparentar, no como el cincuentón que me encontré el otro día en El Chapó, que me llevaba unos zapatos blancos con estampado de cebra, pero con más canas en la cabeza que en los pieses y mujer a juego enmorcillada en un vestido blanco roto y no lo digo por el color. Por Dios, no se me quita la imagen de la mente.
Bueno, no voy a ser mala, si yo no digo que no salgan, lo que digo es que se vistan en consecuencia a su edad. Siempre hay que respetar la ley del espacio tiempo, y aquel ni era su espacio ni por supuesto eran “ sus tiempos”.
Aunque mira, por otra parte me parece estupendo (nooo, otra vez la visión del zapato cebreado). Me parece estupendo y casi necesario, porque mirando alrededor parece que la raza humana tenemos los días contados, que la madre naturaleza quiere acabar con nosotros: terremotos, volcanes, inundaciones, sequías, todo junto y de golpe. Creo firmemente que la Tierra se está defendiendo de nosotros que somos sus destructores, que inventamos el coche eléctrico y ahora resulta que si te compras uno acabas con la profesión de mecánico (porque no necesitan mantenimiento), que ponemos molinos para conseguir energía renovable y hay que quitarlos porque matamos a los pájaros autóctonos. Que no podemos poner centrales nucleares y le compramos la energía (nuclear) a los franceses a precio de infarto…
Estoy yo muy concienciada con lo del volcán, que me ha servido también de excusa para retrasar el momento “Jorja Lorenza”, y no porque las cenizas afectasen a la cadena (que en cualquier momento), sino porque él se quedó en Europa, aislado de la comunicación aérea una semana entera.
Hay que vivir la juventud, y yo para disfrutarla en su plenitud, el jueves voy a una reunión de la cooperativa, que ya hay tres grúas trabajando, coloraicas, más monas…
Ya os contaré la experiencia, voy a llevarme un block de notas para apuntar las barbaridades de la gente, que quiere que le enumeren los gastos en clips y folios de todo el año, pedido por pedido, cuando no saben ni lo que significa IPREM (aaaa, tu tampoco lo sabes….a a aaa…que afortunado), o aquel que dice que como él sólo quiere una plaza de Garaje, que hagan sólo una para cada vecino en vez de dos o la que pregunta el color de la fachada y sobre todo, me llevo el cuaderno para poder morderlo de la desesperación, porque el problema no es el que cuestiona, sino los 120 gilipollas que aprovechan para armar jaleo durante media hora, y así descubres que llevas dos horas y que no has pasado del segundo punto del acta.
¡¡Ay!! Mi futura casitaVPPOLQTC…
                … entonces Dios les dió un árbol de protección divina y les dijo: “Construirás tu vivienda con el sudor de las reuniones de cooperativa y pedirás una hipoteca con dolor… y ves haciéndote las pruebas de paternidad, que yo no pienso avalarte…

En fín, os dejo pensando en la cogida de José Tomás, que le tuvieron que poner anestesia, que allí en Méjico no hay, heroína la que quieras, pero anestesia, no hay.

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